Lo que los niños y niñas nos enseñan. ¡Gracias hijos!


Las familias nos pasamos la vida con el afán de enseñar a nuestros hijos, pero… ¿ Nos paramos a apreciar lo que nuestros hijos nos enseñan ?

Sabemos que desde el mismo momento que nacen, estas pequeñas personitas van a estar en un aprendizaje constante. Dependen de nosotros totalmente y han de “aprender” a sobrevivir en este mundo. Les ayudamos a que aprendan a caminar, a comer, a comunicarse… Que aprendan a cubrir todas sus necesidades básicas. Es muy importante.

Más adelante empezamos a enseñarles nuestros valores, a ser empáticos, respetuosos, el valor de la educación, a cuidar de si mismos y de los demás, a colaborar en las tareas de casa, a desenvolverse en la sociedad… Todo lo necesario a fin de prepararles para cuando llegue el día en que empiecen a volar solos. Eso, también es muy importante.

Y sí, acompañarles, educarles, enseñarles… Es muy importante. Pero, en lo que no solemos pensar muy a menudo es en lo que nuestros hijos nos enseñan a nosotros cada día.

lo que nuestros hijos nos enseñan amor

Vamos tan corriendo todos los días, intentamos llevar tantas cosas a la vez, tenemos la cabeza tan saturada que somos incapaces de pararnos un momento para darnos cuenta. Lo que la mayoría de las veces olvidamos es dar las gracias a nuestros hijos por todo los que nos enseñan cada día.

¿A vosotros os pasa? Al menos a mi sí me ocurre. Me paso el día trabajando, liada con las tareas de casa, con médicos, recados, reuniones… Luego, cuando estoy con ellos, muchas veces me descubro a mi misma sin hacerles el caso que realmente me gustaría. Sin encontrar un ratito para jugar con ellos. Corriendo de nuevo de un sitio a otro, entre más tareas, más clases, más recados… Intentando que aprendan mil cosas. Sin darles las gracias por enseñarme tanto y tan importante.

Son nuestros peques quienes nos enseñan a ser madres y padres.

 

Este pasado fin de semana “mi peque”, el que me convirtió en madre, el que me descubrió cuanto amor puedes llegar a sentir, cumplió 13 años. Ya!!! Con lo pequeño que era cuando nació… Y ahora ya me saca tres dedos!!! ¿Cómo ha pasado tan rápido?

lo que nuestros hijos nos enseñan Marco

Reflexionando sobre todo este tiempo que llevo como madre he pensado en todas las cosas que he llegado a hacer y que nunca me había planteado antes. En las cosas que han pasado y que nunca había imaginado que sucederían. He pensado en que a su lado he aprendido a ser enfermera, profesora, científica, repostera, cuentacuentos, inventora…. Pero, sobre todo, he pensado en ese otro tipo de cosas que ellos me han enseñado. Esas que me parecen aún más importantes.

Gracias a mis hijos he aprendido que…

  • El amor a primera vista existe, que es eterno e incondicional. Y que, además, se multiplica de forma exponencial.

  • La mejor medicina del mundo son los besos y los abrazos.

  • Para iluminar el día más gris, tan sólo necesito sus sonrisas.

  • La belleza se esconde en las cosas más sencillas: en una pequeña flor, en un amanecer, en una de sus miradas…

  • Y que la felicidad está en los momentos compartidos: En espiar escondidos como corren las lagartijas entre los arbustos, en acurrucarnos bajo la manta para ver una película, en dejar a un lado nuestras obligaciones y preocupaciones por un momento y jugar “de verdad” con ellos.

lo que nuestros hijos nos enseñan Carla

 

Hijos, un millón de gracias. Gracias por todo lo que me habéis enseñado. Gracias por todo lo que aún aprenderé. A vuestro lado, siempre.

¿Qué te parece lo que nuestros hijos nos enseñan? ¿Crees que nuestros peques nos enseñan cosas importantes? ¿Cuál es la cosa que más agradeces a tu peque que te haya enseñado? Puedes dejarme un comentario más abajo contándomelo. No olvides que vuestros comentarios y vuestros “me gusta” nos ayudan a seguir creciendo. 😉

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2 Comentarios

  • Reply
    Ruth Vázquez Valero
    26 junio, 2017 at 12:12 pm

    Hola María José. Qué bonitas palabras. Me han encantado. ¡Es más, me han llegado! jeje. Porque, ¿sabes?, son muchas las veces que uno comenta con amigos, compañeros… que los hijos son preciosos, que son lo mejor que nos ha pasado, pero que sólo nos dan preocupaciones. Qué pensamiento más erróneo. Ellos dan poco en ese sentido; en realidad, cuando son pequeños, solo cuando se ponen malos. El resto del tiempo nos preocupamos porque los queremos, pero no porque hayan situaciones alarmantes. Ellos juegan, naturalmente, y nosotros, los padres, estamos en una continua tensión de la que ellos no son responsables, y muchas veces, hasta no tendríamos que preocuparnos tanto. Así que, si pusiéramos, sinceramente, en una balanza los pros y los contras, veríamos que nos dan muchos momentos felices, muchas sonrisas, muchas miradas, palabras, abrazos, notas improvisadas en las que ya no saben cómo decirte que te adoran. Yo guardo todos esos papelitos, ¡aunque sea un post-it!, jeje. Ese brazo que me echa por encima mi pequeño de cuatro años cuando se despierta, o ese mamá te quiero de mi niña de 9 años, que es una lapa, jajaja; o ese “mamá, hoy no me has dado un abrazo” de mi niño de 12 años. Y aquí es donde me ha enternecido y he sentido nostalgia, cuando hablabas de “tu peque que te convirtió en mamá”; y de pronto me paro a pensar y me digo, ” es cierto, ÉL me convirtió en mamá”. Con los demás ¡ya lo era! Es cierto que él me hizo ver que se puede amar hasta el infinito. De hecho, recuerdo que cuando me quedé embarazada de mi segundo hijo (mi niña) me decía a mí misma… ” no sé cómo voy a poder a querer a otro hijo, ¡si no me cabe más! jajajaja. Ignorante. El amor de una madre se multiplica una y otra vez… hasta el infinito, ¡y más alláaaa!. Gracias por hacer que me pare a pensar en ello más detenidamente de lo que lo hago habitualmente, porque es cierto, que la vorágine del día a día nos nubla la mente.

    Un beso.

    • Reply
      María Jose Planelles
      6 julio, 2017 at 7:37 am

      Mil gracias a ti por leerme y por dejarme unas palabras tan bonitas. Un besazo enoooorme 🙂