Almuerzos con Alma: fiambreras con departamentos, cantimploras molonas…

Cuando salimos de excursión cada uno de nosotros lleva su propia mochila, incluso César. Es una manera genial de ayudarles a que sean autosuficientes y además les hace sentirse importantes. De esta forma, además de llevar su cantimplora y su almuerzo, también pueden llevar su kit de explorador e ir guardando todos los tesoros que encontramos por el camino.

Yo para almorzar o merendar en nuestras excursiones en familia, suelo ponerles algún bocadillo, algo de fruta y frutos secos. A veces también cojo algunos snacks o algo de chocolate (en invierno) si vamos a realizar mucho ejercicio. Lo malo es que para llevar tantas cosas para los cinco, acabo dejándoles a ellos el bocado y/o la pieza de fruta. El papi y yo cargamos con lo demás. ¿La razón? Que si quiero que cada uno se lleve un poco de cada, he de cargarlos con diferentes bolsitas o tuppers para cada cosa y al final es un lío. Por ejemplo, prefiriendo llevar yo un tupper grande con melón cortado, o con nueces para todos, que meterlos en 5 tuppers pequeños. Pero…. ¡Ahora ya no!

Vasos y vajillas para los peques, algunos artículos para preparar y o decorar repostería, cantimploras…. ¡Y fiambreras con departamentos!

Desde la tienda online de Almuerzos con Alma, que por desgracia ya no está, me comentaron que les gustaría que probase algunos de sus artículos para que pudiese contaros mi opinión sobre ellos. De hecho, estaba segura de que me serían muy útiles y que, además, me iban a encantar… ¡Y qué razón tenían!

Quedamos una tarde para conocernos. Estuvimos charlando un buen rato, bueno, todo lo que nuestros peques nos dejaron. Jejejeje La verdad es que es muy maja, pasamos un rato super agradable y nos reímos un montón. Me había traído una botella BlaFre para Carla, un Squeasy para César y un par de sus fiambreras con departamentos, que son de la marca Yumbox. Había una más grande para Carla y otra más pequeña para César. La verdad es que ya, de primeras me gustaron mucho, pero yo iba pensando todo el rato en las excursiones. Lo que no contaba es que los peques iban a terminar usándolas casi a diario para ir al cole. Como no tenía previsto salir de excursión en varias semanas, decidí probarla para los almuerzos.

Las Yumbox, como os decía, son unas fiambreras que tienen departamentos.

Que sí, que ya se que en los chinos puedes encontrar tuppers con departamentos. Pero es que… nada que ver. Son totalmente herméticas. La bandeja de los departamentos es extraíble, de manera que puedes fregar toda la yumbox fácilmente. En la parte de dentro de la tapa, lleva una parte como de goma, que se ajusta perfectamente a la bandeja de los alimentos, y es lo que hace que cierre de forma hermética y que ni se mezclen los alimentos, ni se salga nada. Pero hasta el punto de que puedes meter en uno de los departamentos un yogur y no se mezcla con lo demás.

Yo metí un par de petits en uno de los huecos para probarlo un día y no se mezclaron. Eso sí, la tapa por dentro sí se mancha. Así que en mi caso, que no hago mis yogures, prefiero llevarlos a parte el día que les tocan, pero para quienes hacéis vuestros propios yogures me pareció super interesante, ya que como os he contado, no se mezcla con lo demás. (Yo le pondría un trocito de papel de film encima, sobre la parte del yogur ese día. Así evitaría que al darle la vuelta a la fiambrera y demás, se manchase la tapa mucho. Recordad que lo llevan ellos en la mochila….)

Desde que estoy usando las fiambreras con departamentos para ir al cole, los peques están almorzando de una forma más variada.

¿Por qué? Pues simplemente porque en la misma caja se lo pongo todo. Parece una tontería, pero para ellos, abrir la bolsa del almuerzo y ver que llevan un bocata, una pieza de fruta cortada en un tupper (o no) y otro recipiente pequeño con cereales o frutos secos… Da igual que sean pequeños, como que llevan “muchas cosas”. Los míos no se lo comían todo. Y ahora, al menos de momento, sí lo están haciendo. Como va todo el la misma fiambrera, sólo sacan al patio una cosa y dentro… ¡Tachan!

Carla era la que más líos montaba en torno a la comida y ahora me trae la fiambrera vacía. A lo mejor un día le pongo un bocata pequeño, 4 o 5 fresas y 5 nueces peladas. Otro manzana cortada, un plátano y otra vez nueces… Además, el cierre que tienen es firme, pero sólo lo suficiente como para que ellos solos puedan abrirlo y cerrarlo sin ayuda. Antes de ponérselo para el cole, lo probé con César, que es el que menos fuerza tiene.

La única pega que le veo es que las Yumbox, baratas no son, pero… A mi me parece un artículo genial, además de muy resistente y duradero. Yo las voy a usar mogollón.

Además de las Yumbox, también me trajo un Squesy gear.

El Squeasy gear es un recipiente fabricado con silicona de uso alimentario, sin BPA ni Ftalatos.

Es blandito, de modo que puedes apretarlo (como en esas bolsitas de purés y petits semilíquidos que venden en los supermercados). He de decir que yo tenía mis dudas con él. La verdad es que me pareció muy guay para bebés y niños muy peques, pero como César ya tiene 4 años, no tenía muy claro si le daría mucho uso. Nada más lejos de la realidad. Lo está usando de cantimplora para el cole todos los días!!! Yo tengo osmosis en casa, y procuro usar cada vez menos agua embotellada. Pero en el cole tenía el problema de que no querían cantimploras en infantil. La razón es que en muchas ocasiones no pueden abrirlas ellos solos y menos aún cerrarlas correctamente. Yo intenté que llevara cantimplora en alguna ocasión y salíamos con la mochila empapada. Pero con el Squeasy no pasa eso.

Pero lo mejor es que tiene un sistema en la boquilla con una membrana que hace que no derrame. Bueno, con el agua, que es para lo que yo lo he usado, si lo sujetas boca abajo, si va cayendo alguna gota. Una a una y muuuuy despacio. Pero como lleva una tapa que cubre toda la boquilla… Y normalmente boca abajo no está. En la mochila suele acabar tumbado. Con líquidos más espesos no caerá nada. De echo, tienes que apretar para que salga el contenido. Así que puedes usarlo para poner yogur líquido, batidos caseros, purés… A la hora de limpiarlo se desmonta totalmente y la parte del recipiente, al ser de silicona, puedes darle la vuelta del revés. Así, seguro que no queda nada en el interior que pueda crear moho o bacterias.

También hemos probado una botella BlaFre.

Yo ya le había echado el ojo a esta cantimplora hace tiempo. Me iba rondando por la cabeza, pero no me acababa de decidir a comprarla. Yo tengo unas cantimploras de metal que compré en Alehop y son las que uso en las excursiones. Pero la verdad, es que aunque no están mal del todo, se han abollado enseguida y algunas no cierran del todo bien. Y si el agua se sale de la cantimplora, te puede montar un lío en la mochila… Así que, siempre que puedo, las llevo en algún bolsillo exterior.

Las BlaFre son unas botellas de acero inoxidable, disponibles en dos tamaños, 300ml y 500ml. Las pequeñas ya sólo me sirven para César, así que yo la tengo de medio litro. Tienen una tapa de plástico que es fácil de abrir y cerrar. Y que cierra perfectamente. Estas botellas son libres de BPA. Pero lo que más me gusta a mi es… ¡Que tienen la boquilla ancha! Llevar agua, o cualquier otro líquido, en un recipiente provoca que proliferen microorganismos. Por eso el agua de las cantimploras o la que dejamos varios días en una botella de plástico abierta “se hace mala”. Pero, cuando la boquilla es pequeña no puedes limpiarla bien. Yo nunca estoy segura de si se ha quedado “algo” dentro. Pero al tener la boquilla ancha podemos usar un limpiabiberones y asegurarnos de que limpiamos bien con agua y jabón, cuando nos haga falta.

¿Qué os han parecido los artículos? Yo tengo a los dos peques contentísimos con sus nuevas fiambreras y cantimploras. Es más, no descarto comprarme yo alguno más en cuanto pueda.