Descubriendo Airbnb y sus alojamientos para familias

Los que me seguís a través de Mi cuenta de Instagram ya sabréis que estuve disfrutando de un fin de semana en familia en una chulísima casa rural en la localidad de Eslida, en pleno Parque Natural de Sierra de Espadán. Han sido un par de días geniales, haciendo rutas, disfrutando de la naturaleza y descansando en esta casita con jardín tan chula que encontré en Airbnb.

Resulta que, hasta ahora, nunca había hecho una reserva a través de la plataforma Airbnb. Pero hace algunas semanas, a través del programa de Sello de Calidad de Madresfera, me seleccionaron para probar la plataforma y conocer así alguno de los alojamientos para familias de los que disponen.

Desde Airbnb nos facilitaron un listado de alojamientos entre los que podíamos elegir para pasar una o dos noches. Había alojamientos de diferentes zonas de España y con diversa capacidad. Dado que era una escapadita de fin de semana yo no quería hacer muchas horas de coche, ya que la idea era irnos el viernes por la tarde (al terminar de trabajar) y volver el domingo. Así que contando con eso, con que el alojamiento debía ser para 5 personas como mínimo y que nos encanta la naturaleza, me decanté por una casa rural que tenía un pequeño jardín con una casita para jugar, un balancín y una barbacoa. Me pareció una preciosidad y sabía que sólo por eso a los peques les encantaría. La casa estaba en Eslida, Castellón, a menos de 3 horas de casa. Y, dado que era una zona de Parque Natural, sabía que podríamos hacer cosas chulas por el monte. Lo que no sabía es que la Sierra de Espadán era tan, tan bonita. Pero eso ya os lo contaré en otro post.

Como os decía, yo nunca había usado Airbnb, así que lo primero que hice fue darme de alta. Seguidamente, como ya había echado un ojo a la casa rural que quería, contacté con la propietaria a través de su servicio de mensajería para presentarme, preguntarle por la disponibilidad de la casa y ver si habría algún problema por si llegábamos bastante tarde la noche del viernes (como no sabíamos a qué hora terminaríamos de trabajar…).

 

La verdad es que la comunicación con la anfitriona fue muy buena. Me contestó enseguida a todo y nos dijo que o había problema alguno. Una vez allí, tanto Raquel como Vicent, los propietarios, fueron muy amables. Nos aconsejaron sobre lugares que visitar con los niños, nos preguntaron si necesitábamos alguna cosa, nos indicaron dónde estaba el supermercado, el restaurante del pueblo, el centro de visitantes… Y cuando nos marchábamos igual, se preocuparon por preguntarnos si habíamos estado a gusto en la casa.

La cuestión es que tu contactas con el propietario y solicitas la reserva. Y es el propietario el que te confirma si puedes hacerla o no. Una vez el anfitrión confirma tu reserva, entonces es cuando introduces los datos para formalizarla y pagarla.

 

Como os decía arriba, la casa rural era chulísima. Por el anuncio creía que era una casa unifamiliar, pero no es así. Realmente son dos apartamentos en el mismo edificio. En la primera planta, que es la que reservamos nosotros, tenían un apartamento de 3 dormitorios dobles con baño privado en cada uno de ellos, el salón comedor que era bastante amplio y cómodo, y el jardín en el que los peques podían jugar y que tenía además una mesa y sillas para poder comer al aire libre.

En el segundo piso había otro apartamento un poco más pequeño. Este tenía una pequeña terraza que daba a la zona de jardín.

 

 

La verdad es que la casa me encantó desde el momento que la vi. Su fachada de piedra con los balcones de hierro, esa entrada tan bien decorada, la casa manteniendo las vigas a la vista y algunas de las paredes de piedra… Era una decoración sencilla pero muy acogedora.

Eso sí, tenéis que saber que no es una vivienda adaptada. El alojamiento está en el primer piso, por lo que hay que subir unas escaleras. Es de estas casas de pueblo que están construidas en una zona de desnivel, de modo que el acceso desde la calle está más bajo que la vivienda y el jardín (que está en la parte de atrás).

Hemos estado muy a gusto allí y la facilidad a la hora de contactar directamente con el propietario a través de Airbnb me ha gustado mucho.

Otra cosa que no sabía de la plataforma es que luego puedes puntuar a los alojamientos en los que has estado y dejarle un comentario privado para los propietarios y también uno público para que todo el mundo pueda verlo.

Pero es que, además, ellos te puntúan a ti como cliente y también te dejan un comentario para que los otros propietarios puedan verlo y tener referencias a la hora de alquilarte su alojamiento. Esto es algo que me ha gustado mucho, la verdad.

Sin duda, creo que repetiré con Airbnb en más de una ocasión ya que la experiencia ha sido buenísima.

Ah, y por cierto. Resulta que si recomiendas Airbnb a otras personas que aún no estaban registradas en la plataforma, cuando se registren a través de tu enlace pueden conseguir un descuento de 25€ para su primera reserva. Y a ti, por recomendarla, te dan también un descuento de 15€ para tu próxima reserva. Eso sí, si esa persona que se ha registrado formaliza una reserva de más de 65€. Interesante, ¿verdad? Yo os dejo aquí mi enlace por si aún no habéis probado Airbnb y os apetece hacerlo.

¡QUIERO PROBAR AIRBNB!

Desde Madresfera y Airbnb nos pedían que puntuásemos del 1 al 5 una serie de cuestiones en base a nuestra experiencia. Así que… ¡Ahí voy!

• Comunicación: 5

¿Ha sido sencilla la comunicación con el anfitrión del alojamiento escogido? ¿Ha resuelto vuestras dudas?

Como os he contado más arriba, la comunicación ha sido inmejorable. Nos facilitaron las cosas, nos resolvieron las dudas y, es más, se pusieron en contacto con nosotros poco después de marcharnos ya que al revisar la casa encontraron que nos habíamos dejado la llave del coche en la casa. Menos mal que aún seguíamos explorando la zona.

• Viajes en familia: 5

¿Disponía el alojamiento de servicios adecuados para familias (privacidad, cocina, wifi, televisión)?

El alojamiento estaba bien acondicionado para las familias. Había mucho espacio. Disponíamos de cocina, nevera, microondas, tostadora, lavadora… Por supuesto, también había televisión en el salón. Una tele plana grande que se veía muy bien. La wifi también funcionaba genial. Prueba de ello es que os pude ir subiendo stories a mi cuenta de Instagram. Otra cosa que me gustó mucho es que había algunos libros y cuentos. A César le encanta leer y eso le hizo mucha gracia.

• Comodidad y limpieza: 5

¿Estaba el alojamiento preparado para vuestra visita?

Sí, el alojamiento que elegimos estaba limpio y preparado para la visita. Las camas eran muy cómodas y encima de cada una había toallas. Además, en la cocina había utensilios para la limpieza, además de algunas cosas para cocinar como aceite, sal…

• Pertenencia: 5

¿Has podido disfrutar del destino como si fueras un habitante más?

Totalmente. Al final, no me dio tiempo a preparar nada antes del viaje. Me refiero a ver qué lugares íbamos a visitar, o que rutas haríamos… Contaba con ir el sábado por la mañana al Centro de Interpretación para que nos informasen. Por desgracia debía haber alguna actividad programada porque lo encontramos cerrado. Pero tanto los propietarios como la gente del pueblo a la que preguntamos nos informaron de qué ver y cómo llegar a los sitios que queríamos visitar. La pena es que con sólo un par de días no nos dio tiempo a disfrutar de todo lo que queríamos, así que seguro que volveremos.

 

 

¿Que os ha parecido la casa rural? ¿Conocíais Airbnb y sus alojamientos para familias? Puedes dejarme un comentario más abajo contándomelo. No olvides que vuestros comentarios y vuestros “me gusta” nos ayudan a seguir creciendo. 😉