Poco a poco se va acercando la fecha de la Comunión de Carla. No os podéis hacer una idea de lo super nerviosa que está ya. Está super contenta, con las emociones a flor de piel. Tanto que cuando se puso su precioso traje el otro día para su sesión de fotos de comunión no podía parar de sonreír. Rebosaba felicidad por todos lados. Así que imaginaros como estará cuando llegue su gran día. Va a ser increíble.
Y es que hace un par de semanas nos fuimos con nuestra amiga Noemí, de Nambira Fotografía a hacerle su reportaje de comunión. Yo quería que fuesen fotos de exterior, en las que se mostrase tal y como es ella, en las que pudiera opinar y decir qué le apetecía hacer, cómo quería ponerse… Y, por supuesto, fotos en las que también estuviesen sus hermanos. Un recuerdo de toda la familia en un día tan especial.
Además, tengo claro que el detalle que voy a regalar a los invitados de la comunión de Carla va a ser precisamente una fotografía. La verdad es que a la comunión solamente van a venir la familia más allegada y los amigos más íntimos. Las personas con las que comparto mi día a día. Así que, en mi opinión, no puede haber mejor regalo para ellos que ese.
Esta iba a ser la segunda vez que nos hacíamos un reportaje de fotos juntos. La primera fue hace unos meses, Hicimos una sesión de Navidad en familia con Nambira Fotografía. ¿Recordáis? En aquel momento Noemí realizó unas fotos de estudio que me encantaron. Tanto que decidimos colaborar de nuevo juntas y realizar esta sesión de fotos de comunión.
Como aquí una servidora anda siempre con la agenda a tope nos costó un poco encontrar un huequito en el que pudiésemos quedar. Al final optamos por quedar un día entre semana, a primeras horas de la tarde, y acertamos. Nos hizo un día precioso y soleado. Fuimos a un bonito parque, arreglamos a Carla y nos pusimos manos a la obra. Bueno, ellas. Que yo poco tenía que ver allí.
Carla y Noemí se llevan muy bien, se entienden a la perfección y eso se nota. Noemí sabe entenderla y dialogar con ella de manera que al final acaben haciendo tanto las fotos que quiere una, como las que quiere la otra. De este modo, entre risas y juegos, consigue captar esa esencia que busca en todas y cada una de ellas. Y eso se transmite en las fotos ¿No os parece?
Lejos de ser las fotos típicas de una sesión de estudio, Nambira Fotografía consiguió captar momentos mágicos que ella querrá recordar siempre. Momentos como cuando decidió que quería fotos con las palmeras que tenían las hojas caídas porque decía que era como si llorasen y eso le parecía algo precioso… O cuando se puso su chaqueta de cuero porque tenía fresquete y empezó a poner “cara de malota”…
O como cuando se le saltaron las lágrimas de felicidad. Como os decía al principio, Carla estaba super emocionada. Tanto que mientras le explicaba que le estaba poniendo la medalla y la pulsera que le regalaron cuando la bautizamos, no pudo contener las lágrimas. Casi nos hace llorar a todos. Es más, ahora recordándolo, la que no puede contenerlas soy yo.
Estas son las cosas que yo quiero captar en una sesión de fotos en familia. Las cosas que quiero recordar cuando las vea y son las que quiero que ella recuerde. Y Nambira Fotografía lo ha conseguido: Unas fotos preciosas, que estoy deseando mostrar a todo el mundo, y que además encierran el recuerdo de una tarde super especial.
Así que si estáis pensando en hacer una sesión de fotos de Comunión en familia, echad un ojo al trabajo de Nambira Fotografía. Podéis hablar con ellas, contarles vuestra idea… ¿Quién sabe? Igual encontráis que es justo lo que andabais buscando. En su página web tenéis toda la información y sus datos de contacto: nambira.com
¿Qué os han parecido las fotos de comunión de Carla? ¿Estáis pensando en haceros una sesión de fotos en familia?
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