Hay lugares que realmente nos impresionan, nos sobrecogen. Lugares de esos que cuando llegas, cuando te ves allí, piensas… sólo por esto ya ha merecido la pena el viaje. Eso es lo que creo que sentiré el día que me vea bajo las Cataratas del Niágara. Sueño desde hace años en ir a verlas, en sentir el agua salpicándome, en escuchar el estruendo del agua al caer, de tanta agua al caer. Sólo de pensarlo se me eriza el vello del cuerpo…
Pero claro, aunque sea uno de esos espectáculos naturales que bien se merece un viaje por si mismo, la realidad es que no siempre podemos organizar un viaje para ver un sólo lugar. Por lo general, lo que hacemos es intentar aprovechar los viajes que hagamos para ver lo máximo posible. Es cuestión de hacer una lista de lo que nos gustaría ver, priorizar y organizar el viaje en torno a ello. En mi caso, las Cataratas del Niágara seguro que estarían en mi lista de imprescindibles si fuésemos a visitar América del Norte.
La cuestión es que hay muchas cosas que ver en America. Muchos lugares que explorar. Muchas ciudades que descubrir. Y claro, el tiempo da para lo que da. Ya os he contado en alguna ocasión que una de las ciudades que me muero por descubrir es Nueva York. Así que, es muy probable que la uno de los primeros viajes que hagamos a America del Norte sea para visitarla. No obstante, aunque vayamos a Nueva York, es posible aprovechar un día para escaparnos hasta Canadá y cumplir ese sueño de ver con mis propios ojos las Cataratas del Niagara. Sí, sí. En un día. ¿Cómo? Pues con la excursión a las Cataratas del Niagara de City Travel NYC.
Se trata de unas excursiones de un sólo día. Se hacen en avión, por lo que está claro que baratas no son. Pero vamos, que si yo pudiera… ¡No me lo pensaba! Eso sí, tendríamos que madrugar. El personal de City Travel NYC nos recogería a primera hora en alguno de los hoteles y/ apartamentos ubicados en la isla de Manhattan que hay desde la calle 14 hasta la calle 75. Una vez recogidos todos los pasajeros nos llevarían al aeropuerto donde subiríamos en un avión con destino a Búfalo, Niágara. El vuelo es directo, así que estaríamos allí en menos de dos horas. Del aeropuerto, nos trasladarían hasta las impresionantes Cataratas del Niágara.
Una vez allí, podríamos dar un paseo por el lado estadounidense de las cataratas. Además, si la excursión fuese en verano, subiríamos a un barco (el Maid of the Mist) que nos acercaría a las Cataratas donde podríamos sentir toda la fuerza del agua cayendo. Si vamos en invierno, podríamos acercarnos a ellas a través de los túneles paronámicos. A la hora de comer, nos llevarían a un restaurante también panorámico desde donde podríamos estar observando las Cataratas durante la comida. Y todo ello siempre acompañados por un guía que hablaría en español. Así que nos enteraríamos muy bien de todas las explicaciones. En terminar, pondríamos rumbo de nuevo “a casa”. Sobre las 20:00h de la tarde estaríamos de nuevo en Manhattan. Listos para continuar con nuestras vacaciones en Nueva York.
¿Qué os ha parecido el planning? ¿No es genial? A mi, la verdad, me parece una pasada. Como de esas pelis en las que dicen… “Hoy comemos en París”. Pues casi lo mismo. Sólo que sería… “Hoy comemos en las Cataratas del Niagara”.
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