El turismo gastronómico está en auge. Es algo que no me extraña en absoluto. La gastronomía forma parte de la riqueza de pueblos y ciudades. De cualquier destino, sea grande o pequeño. De ahí que cada vez podamos disfrutar de más actividades enfocadas a conocer la gastronomía de un destino. Catas, degustaciones, talleres gastronómicos… Precisamente, de gastronomía Granada sabe mucho. Lo pudimos comprobar en nuestra última visita. Y es que comer en la Sierra de Granada es algo que se disfruta muchísimo.
Pocas cosas conservan mejor la esencia de un lugar que aquello que se come o se bebe en cada sitio. El proceso de elaboración de cada alimento o cada bebida, el cariño y esfuerzo dedicado a obtener un producto único, especial… Eso es lo que marca la diferencia. Así que tener la oportunidad de realizar actividades en las que conocer dichos procesos y catar el resultado de ese trabajo, es algo que mola mucho.
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Comer en la Sierra de Granada: Lo que no deberías dejar de probar
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Precisamente, en el blogtrip que hicimos por Alfanevada, el Arco Noreste de la Vega de Granada que abarca Sierra de Huetor y Sierra Nevada, pudimos realizar alguna de ellas. En estas experiencias gastronómicas que nos mostraron desde el Grupo de Desarrollo Rural Alfanevada, con el apoyo de TurGranada, pudimos conocer y degustar algunos productos artesanos en los que pequeños empresarios de este entorno rural vuelcan sus ilusiones y esfuerzos, y que estaban realmente deliciosos. Además de comer y cenar en algunos restaurantes familiares donde probamos tanto de platos tradicionales de esta zona de Granada, como de otros con toques diferentes y especiales que nos permitiron disfrutar de la buena gastronomía granadina. Os cuento…
🧀 Experiencias gastronómicas en Alfanevada
Secadero Natural de Jamones Artesanos Nevada (📍 Beas de Granada)
Una de las experiencias gastronómicas que más ilusión nos hacía era la visita al Secadero de Jamones. Somos muy, pero que muy fans del jamón serrano. Sobretodo el pater y mi hijo mayor. Con deciros que una pata de jamón entera, en mi casa no llega al mes. Es auténtica pasión. Y nunca habíamos estado en un secadero. Así que estábamos super expectantes.
En Beas de Granada está el Secadero Natural de Jamones Artesanos Nevada. Un secadero que, aunque con instalaciones modernas, sigue secando los jamones de forma tradicional y natural. ¿Y eso qué quiere decir? Pues, sencillamente y a grandes rasgos, que se secan al aire. Tal cual. Esa curación natural la consiguen de forma manual con la apertura y cierre de las ventanas. De este modo consiguen que sea el propio clima el que influye en el proceso de secado, dándole así ese carácter propio que tienen sus jamones.
Es algo que puede parece fácil a priori, pero que en realidad no lo es. Todo el proceso es muy delicado. Hay que estar muy pendientes y ser muy cuidadosos con los niveles de humedad, de la temperatura y la ventilación de los jamones. Desde el proceso del salado, controlar las diferentes floraciones, cepillarlos cuando toca, ir poniéndoles la grasa que necesitan, en el momento que lo necesitan… Algo que los maestros jamoneros de Jamones Artesanos Nevada conocen muy bien.
Fotografía realizada por @teresa.rodriguez.fotografia
Durante la visita guiada nos explicaron muy bien todo el proceso. Que, por cierto, es bastante largo. Para hacer estos jamones artesanos, desde que se reciben los jamones crudos, hasta que están listos para consumirse, suelen pasar unos 18 meses. Por supuesto, antes de entrar al secadero tuvimos aplicaron todas las medidas higiénicas y sanitarias pertinentes (cubrezapatos, gel hidroalcohólico, mascarillas…) Y, una vez terminamos, pudimos probar los jamones y otros embutidos de su tienda. ¡Que buenos que estaban! Me lo habría llevado todo.
La tienda la tienen abierta todos los fines de semana, pero si queréis hacer una visita guiada al secadero, tenéis que contactar con ellos y reservarla con antelación.
Aceites de oliva Albojaira (📍 Alfacar)
Fotografía realizada por @teresa.rodriguez.fotografia
Durante la degustación de los jamones y embutidos de Nevada, tuvimos la oportunidad de probar también algunos de los aceites de Denominación de Origen Montes de Granada. Concretamente, hicimos una pequeña cata de varios aceites de oliva virgen extra y ecológico Albojaira. Se trata de una pequeña cooperativa de Alfacar que elabora sus aceites con diferentes tipos de aceitunas: picual, hojiblanca y arbequina. Estaban todos riquísimos. Tanto que un sencillo trozo de pan casero con aceite era manjar de dioses. Ni os cuento el toque que le daban a las ensaladas.
Cervezas artesanas Portolobo (📍 Huetor Santillán)
Y no va a ser todo comer en la Sierra de Granada… En la degustación también pudimos catar las cervezas artesanas PortoLobo. He de decir que a mi la cerveza no me entusiasma. No me gustan mucho las bebidas con gas. Y, aunque de vez en cuando me tomo alguna, no suelo consumirlas de forma habitual. Por tanto, no soy muy entendida en ello. No obstante, he de decir que el producto de PortoLobo me sorprendió muchísimo. Sobretodo por su fuerte apuesta por elaborar cervezas artesanales de la forma más sostenible posible. Y por lanzarse a explorar sabores tan diferentes como su cerveza picante o una nueva cerveza que está elaborando con toques de una hierba aromática habitual de la Sierra de Granada. ¡Qué aroma tenía!
Quesos artesanos la vieja Buchaca (📍 Huetor Santillán)
Si mi marido y mi hijo son apasionados de los jamones, yo lo soy de los quesos. ¡Me gustan todos! Adoro probarlos. Disfruto muchísimo de la gran variedad de quesos que hay, de sus matices, sus diferentes texturas… Es que son un mundo. Así que disfrutar de la experiencia de conocer cómo se elaboran los quesos artesanos y de catarlos es algo que me apasiona. Total, que ya os podréis imaginar lo que disfruté visitando las instalaciones y probando los quesos artesanos ecológicos de La Vieja Buchaca.
Se trata de una pequeña quesería familiar que realiza sus quesos ecológicos de forma artesanal con la leche de sus propias cabras. El hecho de que sólo realicen los quesos con la leche de su rebaño hace que el control sobre la materia prima sea muy exhaustivo y que puedan mantener esa certificación de ecológico. Las cabras de la Vieja Buchaca pastan a diario y libremente por la Sierra de Huetor Santillan lo que hace que su leche tenga esas características especiales que, junto a su elaboración artesanal, hace de sus quesos un producto único. Ya os digo que de todo lo que pude comer en la Sierra de Granada, los quesos es algo de lo que más disfruté.
Una de las cosas que me encantó es precisamente que la producción que tienen es, la que es. Rocio, la quesera, nos decía que se limita a fabricar lo que la cantidad de leche de sus cabras permite. Ni más, ni menos. Así que puede que unas veces encuentres unos quesos y otras que no quede el que buscabas. Simplemente, tengas que esperar unos días hasta que haya una nueva remesa del queso que querías. Precisamente, esta es una de las características de los productos artesanos. Y para la quesería La Vieja Buchaca, seguirá siendo así para poder seguir manteniendo ellos mismos el control de todo el proceso y su forma de vida.
Estaban todos deliciosos. Tanto que no me pude resistir a comprar alguno de ellos y traérmelo a casa. Si estáis interesados en conocer la quesería, podéis contactar con ellos y concertar una visita a la quesería. Ah, y tenéis que saber que además de la tienda física, también tienen tienda online.
Pan de Alfafar con Indicación Geográfica Protegida (📍 Alfacar)
Si hay un producto tradicional conocido en toda Granada ese es el Pan de Alfacar. No en vano, los pueblos de Alfacar y Viznar (en el Arco Noreste de la Vega de Granada) llevan siglos abasteciendo de pan no sólo a los pueblos de la zona, sino a la propia capital. De hecho, la historia nos cuenta que entre finales del siglo XVIII y principios del XIX la industria panadera de Alfacar contaba con unos 17 molinos harineros en la zona, 5 molinos de aceite y unos 12 hornos con los que eran capaces de abastecer a más de 5.000 personas, cuando en el pueblo tenía menos de 1.000 habitantes.
Hoy día, esta industria ha ido decreciendo, pero no así la calidad de sus panes tradicionales que consiguieron la certificación de Indicación Geográfica Protegida en 2011. Actualmente sólo existen 4 panes con IGP en España: el pan de Cea en Galicia, el Pan de Pagès en Cataluña, el Pan de la Cruz en Castilla la Mancha y el Pan de Alfacar en Andalucía.
Esta certificación IGP certifica que el pan de Alfacar es un pan tradicional, elaborado a base de harinas de trigo, masa madre natural fermentada en la zona de elaboración, agua del manantial de Alfacar, levadura de panificación y sal comestible. Un pan cuyas características especiales se logran gracias a la uso de materias primas específicas vinculadas la zona de elaboración, como es el agua del manantial de la localidad. Tanto es así, que cuando acuden a elaborar pan en alguna feria o congreso fuera de Alfanevada, se llevan garrafas de agua de sus manantiales.
La verdad es que estaba buenísimo el pan. Las cosas como son. A la hora de comer en la Sierra de Granada, el pan es algo que nunca falta como acompañamiento. Lo pudimos probar junto a los quesos de La Vieja Buchaca, con los embutidos de Jamones Nevada, con los aceites Albojaira y en el restaurante Envero. Y en todos los casos, la combinación era perfecta. Hoy día puedes comprar estos panes en 5 hornos tradicionales de la localidad de Alfacar.
🍴 Dónde comer en la Sierra de Granada
Durante nuestra estancia en Alfanevada tuvimos la oportunidad de probar la cocina de varios restaurantes de la zona. Además de la del Hotel Rural Fuente La Teja, que era donde estábamos alojados.
Restaurante Huerta del Laurel (📍 Monachil)
La primera tarde de nuestro viaje estuvimos visitando el yacimiento arqueológico Cerro de la Encina, que está en la localidad de Monachil. Una actividad muy chula que combina una pequeña ruta interpretativa con la visita teatralizada al yacimiento. Al terminar, ya era hora de cenar, así que nos llevaron a un conocido restaurante de la misma localidad: El Restaurante Huerta del Laurel. Este restaurante está ubicado en el Hotel Rural de mismo nombre. No obstante, no es necesario estar alojado en él para ir a comer y cenar.
El restaurante dispone de un comedor y de una amplísima terraza al aire libre, que fue donde estuvimos cenando. Allí mismo, cerca de las mesas, había una enoooorme barbacoa en cuyas brasas iban asando las diversas carnes. No obstante, el menú que nos habían preparado no se iba a centrar sólo en la carne. Si no que nos ofrecieron una cena a base de un típico tapeo granadino que incluía embutidos, tomates trinchados con bonito, croquetas, revuelto de morcilla y secreto ibérico, que por cierto encantó a mis pequeños.
Otra cosa que encantó a los peques, sobretodo a César, es que este restaurante tiene una zona de juegos junto a las mesas, a un lado de la terraza. En ella había varias camas elásticas, un tobogán, algunos juguetes… Así que César se lo pasó en grande mientras nosotros disfrutábamos de los postres y la sobremesa.
Restaurante Envero (📍 Beas de Granada)
Envero es un restaurante familiar que apuesta por una cocina moderna y de vanguardia, pero sin perder ese toque tradicional de los establecimientos rurales. Con un salón de decoración cuidada y unos platos aún más cuidados, nos sorprendió con cocina deliciosa en la que utilizan productos artesanos y de kilómetro 0. Y eso se nota. De hecho, entre los entrantes que nos pusieron había quesos de la Vieja Buchaca y embutidos artesanos, además del pan de Alfacar, por supuesto.
El menú lo completaron con una ensalada de quinoa y tomate caramelizado, un paté artesano que ellos mismos preparan y unas piezas de carne deliciosas. Probamos las costillas de ternera y el secreto, y ambas estaban buenísimas. Ah, y todo eso lo acompañé con un vino tinto que también embotellan ellos mismos que estaba de muerte. Si es que no hay nada como decirle a alguien de la zona, “¿Tú, que me recomiendas?”
Como broche final, en el Restaurante Envero nos pusieron varios postres típicos para que los probásemos. Todos caseros. No pudimos terminarnos el plato principal porque estábamos llenos, pero ya os digo que de los postres no sobró ni un poquito. Y es que, no se qué pasa pero para el postre siempre queda un huequito ¿verdad?
Restaurante La Era (📍 Güejar Sierra)
Después de hacer una buena ruta por la montaña, no hay nada mejor que reponer fuerzas en un restaurante con vistas. Y las vistas del embalse de Canales que nos ofrece la terraza del Restaurante la Era son realmente espectaculares. Este restaurante ubicado en una gran finca en plena montaña nos ofreció un menú con algunos de los platos típicos de Sierra Nevada y otros con toques de autor. Alubias, quesos, patés artesanos o confit de pato fueron algunas de las propuestas que conformaron nuestro menú.
Hotel Rural Fuente La Teja (📍 Güejar Sierra)
Este hotel rural, que es una auténtica preciosidad y está en un entorno super tranquilo, sirve unos desayunos caseros riquísimos y muy completos. Pero es que, además, sirven comidas y cenas por encargo. Es decir, que si queréis cenar en el hotel tras un día visitando la zona, no tenéis más que avisarles y ellos estarán encantados de prepararos una rica cena. De hecho, una de las noches nos prepararon una barbacoa, con ensaladas de varios tipos. ¡Que bueno estaba todo! La verdad es que es un alojamiento que nos encantó, nos trataron genial y al que no nos importaría volver.
¿Conocías la gastronomía de Alfanevada? ¿Qué te han parecido estos lugares donde comer en la Sierra de Granada?
Más información sobre beber y comer en la Sierra de Granada: Patronato Provincial de Turismo de Granada
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