Si hay algo que está muy claro es que una buena relación entre docentes y estudiantes favorece el aprendizaje del alumnado. Es muy importante que los alumnos valoren y confíen, a nivel educativo, en sus profesores y profesoras. Sobretodo, cuando buscas una profesora o profesor online que te ayude con alguna materia. Esa confianza es algo que motiva a los alumnos a la hora de estudiar y, en consecuencia, puede contribuir al aumento del rendimiento académico. Pero esa confianza no siempre es fácil de establecer. Sobretodo en ciertas edades como en la adolescencia o la edad adulta.
La adolescencia, por ejemplo, es una de las etapas de la vida estudiantil donde esa confianza en las “figuras de autoridad” cuesta mucho más de establecer. Es una época de muchos cambios, en la que chicos y chicas se plantean y replantean el lugar que ocupan en el mundo. Le dan mil vueltas a todo lo que hacen, a por qué lo hacen, a si deberían o no hacerlo… Una época en la que retan, exploran, llevan las cosas al límite e, incluso, llegan a oponerse a cosas sólo por posicionarse y sin saber muy bien por qué. Y ahí, en muchas ocasiones, la confianza que tengan en padres y educadores puede ser fundamental saber manejar la rebeldía adolescente típica de la edad, que pudiese surgir y ayudarles a superar esa etapa educativa.
Debemos tener en cuenta que, cuando hablamos de confianza, no se trata de hacerte amigo de tu profesor o profesora. Ni muchísimo menos. Sino de establecer una complicidad sana y saludable, con límites claros y firmes por ambas partes, pero que permita al alumno superar esa barrera que nos impone la timidez a la hora de preguntar, de mostrar nuestras inquietudes o de exponer los problemas de aprendizaje que pueden surgir.
Si confías en ellos, confiarán en ti
Uno de los grandes problemas a los que se enfrentan muchas personas, muchas familias y muchos educadores, es la falta de confianza que tienen los y las alumnos en sus propias capacidades. Si queremos que los alumnos confíen en un profesor y en su capacidad para ayudarles a aprender alguna materia, estos deben ser capaces de transmitirles confianza en si mismos. ¿Cómo? Hablándoles de forma asertiva, animándoles cuando encuentran alguna dificultad, felicitándoles cuando consiguen realizar las tareas propuestas…
Conocerse mejor, siempre aporta confianza
Obviamente, no se trata de hacer interrogatorios. Empezar a preguntar sin ton ni son, precisamente no sería lo más adecuado, ni lo más útil. Pero, dentro de la dinámica de las clases, siempre hay formas de conocerse un poco. A través de juegos o de tareas divertidas, en las que participen alumno y profesor, podemos conocer un poco más a la otra persona. Lo que nos ayuda a ir estableciendo esa confianza. Por ejemplo, en mis clases online de inglés, solemos practicar la conversación hablando sobre cosas cotidianas. Gracias a ello, ahora conozco mejor a mi profesora (al igual que a mis compañeros). Y me he dado cuenta de que ya no me da tanto reparo preguntarle cosas, enviarle trabajos para que me corrija o hablar en inglés delante de la clase.
Y es que se ha demostrado que establecer ese vínculo de complicidad, de buena relación, entre estudiantes y docentes está relacionada con un mejor rendimiento académico. Pero no sólo eso, sino que, además, ayuda a desarrollar una mayor autonomía los alumnos y provoca una mayor motivación por alcanzar las metas planteadas.
¿A ti que te parece? ¿Crees que la confianza entre alumnos y profesores es positiva para alcanzar las metas?
