Hace ya unos años estuvimos visitando Ibi en familia. En aquel momento, todavía éramos cuatro. Recuerdo que vi anunciada una exposición de juguetes antiguos y pensé que a Marco le encantaría ver con qué jugaban sus abuelos cuando eran pequeños. Así que preparamos un buen picnic, recogimos a la iaia y nos fuimos a Ibi con los niños, dispuestos a pasar un día fantástico.
Esa casualidad de la que os hablaba también hizo que tiempo después volviese a Ibi, a un encuentro blogger que organizó Valencia Peque Universo en el Hotel del Juguete de Ibi. Aquel día, conocí a Rosa, responsable de Joykids y vecina de la localidad. Joykids es una marca que tiene unos artículos de puericultura que me encantan, como la manta multiusos de Simply Good, que siempre nos acompaña a todas partes. Como manta de picnic es una pasada. Desde aquel momento Rosa y yo estuvimos en contacto. Varias veces hablamos de que tenía que volver Ibi y que cuando lo hiciésemos, ella me enseñaría lo bonito que es su pueblo y la cantidad de cosas chulas que se pueden hacer con los peques allí.
Total, que hace unas semanas pusimos fecha para ese encuentro y, por fin, pudimos redescubrir la localidad de la mano de alguien que vive allí. Así que hoy quiero contaros las cosas que hicimos en nuestra visita. Un día super aprovechado, en el que disfrutamos de actividades chulas para los peques y los mayores, y en el que me he vuelto a quedar con ganas de volver. Os lo contaré resumido para que podáis haceros una idea de las cosas qué podéis ver y hacer en Ibi. Después, poco a poco, os iré desgranando algunas de las actividades en otros post. ¿vale?
– Nuestra jornada en Ibi –
Índice de contenido
- – Nuestra jornada en Ibi –
- 1. Jugar en los parques infantiles:
- 2. Descubrir el museo de la Biodiversidad:
- 3. Volver al pasado en el Museo del Juguete:
- 4. Tomar un helado artesano:
- 5. La ruta del Barranc dels Molíns y la trompa de elefante:
- 6. El lavadero:
- 7. El parque de los patos:
- 8. Pasar una tarde en la ludoteca del Instituto Tecnológico del Juguete:
- 9. Visitar el museo de la Fiesta:
- 10. Conocer el Jardín Botánico y Torretes:
1. Jugar en los parques infantiles:
Como teníamos tiempo de sobra, y los peques estaban entusiasmados, decidimos empezar por dar un pequeño paseo pasando por algunos de los chulos parques infantiles que tiene la localidad. Tienen muchos y lo mas guay es que la mayoría de ellos los han tematizado, lo que les da un punto todavía más chulo. Te dan ganas de hacer una ruta por todos ellos. Nosotros estuvimos en el parque de Pocoyo, en el del Barco Pirata y en el del Tren. Pero también está el parque del dragón, el de Los Reyes Magos, el del Castillo, el del Payaso Fofo, el de La Tartana…
2. Descubrir el museo de la Biodiversidad:
3. Volver al pasado en el Museo del Juguete:
Como os decía, el museo de la Biodiversidad no es muy grande, así que en la misma mañana podéis visitar también el Museo Valenciano del Juguete. Es más, si es que están en la misma acera, uno junto al otro. Desde ya os digo que si pensáis en un museo en el que los niños jueguen y puedan tocarlo todo, este no es vuestro sitio. El Museo Valenciano del Jueguete es un museo al uso. En sus instalaciones encontraréis una maravillosa colección de juguetes antiguos que a mi me dejó con la boca abierta: Muñecas, vehículos hechos de lata, juguetes de madera y cartón… Auténticas preciosidades que maravillaban a nuestros abuelos y abuelas en una época en la que eran pocos los afortunados que podían disfrutar de alguno de ellos. A Marco le resultaba muy curioso que los juguetes fuesen tan “simples”. Acostumbrados a los juegos y juguetes de hoy en día, le sorprendía descubrir lo divertido, entretenido e impresionante que podía ser ver a un bombero subir una escalera o hacer que una pequeña máquina proyectase unos dibujos en una pared. En la sala de los juguetes se proyecta un vídeo y hay un par murales en forma de coche a modo de photocall. Quedan muy graciosas las fotos subidos en aquellos míticos coches de lata.
4. Tomar un helado artesano:
Para aquellos que no lo sepáis, os contaré que además de ser una localidad de industria juguetera, Ibi también es una localidad de tradición heladera. Muchas son las familias que generación tras generación se han dedicado a elaborar helados artesanos. En el museo de la Biodiversidad podemos ver una pequeña referencia de como antaño se elaboraban los helados con el hielo formado por la nieve que se recogía en las cavas. Y cómo transportaban ese hielo o ese helado en las alforjas de sus animales hasta llevarlo a los pueblos dónde se vendería. Muy, muy curioso.
5. La ruta del Barranc dels Molíns y la trompa de elefante:
Tras el helado nos fuimos a coger el coche. Ya habíamos hablado que, dado que nos gusta el senderismo, haríamos un tramo de la ruta del Barranc dels Molíns y comeríamos en el área recreativa que hay allí. Se trata de una ruta que hay a las afueras de Ibi, cerca del antiguo lavadero. El tramo que hicimos de la ruta, es fácil, corto y discurre por un paisaje muy bonito. Perfecto para ir con niños. Va paralela al recorrido del agua, pasando por acequias y un antiguo molino. En la ruta hay un lugar que es parada obligatoria para la gente de Ibi. Se trata de una enorme roca a la que llaman Trompa de Elefante (porque su forma recuerda un poco a eso) y por la que, con mucho cuidado, se deslizan sentados en cartones, a modo de tobogán. Por supuesto, siguiendo sus indicaciones, nosotros también la probamos. Es muy divertido, pero hay que tomar precauciones. Antes de que os lancéis a tiraros tenéis que pensar que la roca resbala mucho, así que no es para los peques. Los que se tiraron eran todos mayores de 6 años y vigilados. Además, uno o dos adultos han de colocarse de manera que puedan ayudar a frenar al que se está lanzando por si viene con mucho impulso. Si no frena a tiempo, puede acabar en la acequia empapado, e incluso hacerse daño. Así que si os queréis tirar por la trompa, mucho cuidado.
6. El lavadero:
Ya que estábamos cerquita no quisimos desaprovechar la oportunidad de visitar el antiguo lavadero de Ibi. A mi me encanta ver estos lavaderos ya que me hacen retroceder en el tiempo. Es algo parecido a lo que ocurre a nuestros hijos al visitar la exposición de juguetes antiguos. Nos cuesta imaginar que no hace mucho las mujeres tenían que coger sus barreños y caminar un buen trecho hasta llegar a los lavaderos. Allí pasaban la mañana, invierno y verano, con las manos metidas en el agua helada, quitando manchas a basa de frotar y golpear la ropa contra las pulidas piedras. Mi abuela a veces me lo recordaba… -“No sabes lo que fue para mi, la primera lavadora”- Ella ya no iba a los lavaderos, pero había que lavar todo a mano en casa.
7. El parque de los patos:
Rosa, Sara, Raúl… ¡gracias por un día tan chulo!
8. Pasar una tarde en la ludoteca del Instituto Tecnológico del Juguete:
9. Visitar el museo de la Fiesta:
10. Conocer el Jardín Botánico y Torretes:
Así que ya veis. A veces desconocemos cuantas cosas chulas podemos encontrar cerquita de casa, ¿verdad? Eso nos pasaba con Ibi, una pequeña localidad del interior de la Costa Blanca, que no conocíamos bien y que resulta que tiene con un montón de opciones para pasar un fantástico día en familia. ¿No os parece?
Más información: Conoce Ibi (Web oficial del ayuntamiento)
Localización:
¿Qué te ha parecido Ibi? ¿Conocías ya estos planes? ¿Me recomiendas alguno más? Puedes dejarme un comentario más abajo contándomelo.
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