Pues sí, ya se que precisamente las reformas no son la temática habitual de mi blog. Pero es que me siento taaaaan orgullosa de el cambio radical que le estoy dando a mi casa yo misma, que os lo tenía que contar. Estaba muy cansada de ver las cosas como estaban. Así que decidí arremangarme y ponerme manos a la obra. Nunca mejor dicho. Y, no veas el cambio que han dado la cocina y la habitación de los chicos. Y es que, con unas pequeña reformas sin obra podemos darle un aspecto completamente nuevo a ese espacio que tan poco nos gusta.
Vaya por delante que si hubiese podido habría pagado para que me ayudasen con alguna de las tareas. Porque, siendo sincera, meterte en reformar una habitación o una cocina, cuando no tienes ni idea del tema y nunca has cogido ni una brocha, pues como que impone un poco. Obviamente, tardarás diez veces más en terminar las cosas y nunca te van a quedar igual. Y, además, dependiendo de lo que necesites cambiar, habrá cosas para las que tendrás que contar con un profesional sí o sí (como para modificar tuberías o los temas de electricidad).
Cuando toca meterse en temas serios, lo mejor que puedes hacer es buscar y pedir varios presupuestos. En internet siempre encontrarás información sobre profesionales de tu zona. Por ejemplo, si buscas hacer reformas en Barcelona seguro que encontrarás multitud de empresas que te pueden pasar un presupuesto de esas tareas que necesites. Podrás encargarles que te hagan una reforma completa o encargarles alguna de las tareas más complejas o pesadas de esas reformas sin obra que quieres hacer.
Reformas sin obra: Cambiar el aspecto de la cocina tu mismo
Índice de contenido
En mi caso, la idea era hacerle un lavado de cara a las diferentes estancias de casa. En realidad, mi casa necesita una reforma buena, buena. De las de obra, profesionales y demás. Pero ya llevamos 16 años viviendo en ella. En una casa que ya que tiene unos 50 años. Así que, mientras el momento de la reforma total llega, necesitaba urgentemente darle un cambio a ciertas cosas. Así que me puse a ello. Iba a cambiarle el aspecto de la cocina yo misma.
Cambiar la cocina sin obra
La cocina de mi casa es muy pequeña. Es alargada y estrecha. Y la luz natural que recibe es muy poca y de forma indirecta, así que es muy oscura. La cocina estaba prácticamente igual que cuando construyeron la casa. Encimera de madera, muebles de madera antiguos en color marrón, azulejos amarillos que le daban un aire “sucio”, suelo de terrazo picado y agrietado… Vamos, que era entrar en la cocina y me daba un bajón… Siendo la cocina uno de los lugares en los que más tiempo pasamos, pues como que no me molaba nada sentirme así mientras estaba allí. Seguro que más de una me entenderéis.

Así era mi cocina antes
Total, que como me gustaba tan poco, pensé que con una manita de pintura la cosa podía cambiar bastante. Y si de paso le daba un aspecto nuevo al suelo, el cambio sería completo. Así que me puse a ello.
Pintar los azulejos de la cocina
Compré pintura para azulejos de color blanco, con el objetivo de darle mucha luz. Limpié muy bien los azulejos y cubrí las juntas abiertas con una pasta de masilla. Una vez seco, me puse a pintar. Para ello usé rodillos de espuma. Le tuve que dar tres capas de pintura, pero al final el resultado quedó bastante bien.

Así es ahora mi cocina
Darle un aspecto nuevo a los muebles de la cocina
Una vez listos los azulejos, hice lo mismo con los muebles. Compré pintura para muebles de cocina en color blanco y gris. Desmonté todas las puertas y las limpié muy bien. Los armazones de los armarios igual. Que quede muy limpio es fundamental para que la pintura se adhiera bien. Pinté los armarios, estanterías, puertas y cajoneras de blanco. Les tuve que dar dos capas, para que quedasen bien. Y para la encimera de la cocina y los tiradores usé la pintura gris. La verdad es que creo que la combinación quedó muy acertada.
Cambiar el suelo de la cocina: reformas sin obra
Una vez todo pintado y montado de nuevo, me puse con el suelo. Estuve mirando diferentes opciones para darle un aire nuevo y al final me decidí por poner un suelo vinílico adhesivo que imitaba a la tarima, de un color gris clarito, tirando al blanco. Nunca había puesto ninguno, pero no resultó tan difícil como me esperaba. Al final, viendo los vídeos explicativos del Leroy Merlín, lo pude hacer sin ninguna ayuda de nadie. Obviamente, no ha quedado perfecto y tiene sus fallitos. Pero creo que ha quedado bastante bien.

Así era antes mi cocina
Soluciones prácticas y baratas para aprovechar el espacio
Para terminar, encargué un tablero de madera a medida, de un gris similar a la encimera, y dos blancos a uno de los carpinteros del pueblo. Que en total, me costaron unos 20€. Con esos tableros, unas escuadras y la ayuda de mi padre, hicimos una pequeña barra de desayunos a medida. Gracias a eso, ahora dispongo de una superficie extra a la hora de cocinar donde, además, pueden desayunar los peques o tomarme el café.
Los detalles decorativos en la cocina también son importantes en las reformas sin obra
Sólo con estos pequeñas reformas sin obra, la cocina ya dio un cambio brutal. Luego, tan sólo me quedó ponerle algunos detalles decorativos. Coloqué algunas láminas en la pared y en el lateral de la estantería, que compré en un bazar. Coloqué un par de plantitas y un precioso terrario con suculentas para darle un toque de verde. Y, unas cajitas pintadas del mismo gris para colocar dentro las cosas de preparar el café y los desayunos.

Así es ahora mi cocina
Sigue siendo una cocina para reformar, no lo voy a negar. Pero ahora ya no me da bajón cada vez que me meto en ella. Al revés. Incluso invita a cocinar. ¿No os parece? Otro día te cuento el cambio que le he dado al dormitorio de los chicos.
¿Qué te parecen las reformas sin obra? ¿Te gusta el cambio que le he dado a la cocina?
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1 Comentario
kasasdecoracion.com
7 octubre, 2021 at 12:41 pmEste tipo de cambios en el hogar nos parecen fascinantes. Hacer una reforma que no lleve obras, conlleva cambiar los muebles. Este cambio nos parece ideal porque podrás renovar esta estancia, deshacerte de aquellos muebles viejos y comprar nuevos adaptados al estilo que más te guste. Sin duda, es una idea estupenda.