Ya sabéis lo que me gusta el monte y pasear por el, así que continuamente voy buscando rutas que pueda hacer con los peques. Ir con tres niños de distintas edades condiciona el tipo de ruta. Necesitamos que sean fáciles, sin grandes desniveles y a ser posible accesibles. Esas son características que suelen cumplir las Vías Verdes.

Las Vías Verdes son infraestructuras ferroviarias en desuso que han sido reconvertidas en itinerarios cicloturistas y senderistas. En España, existen más de 2.000 kilómetros de Vías Verdes. En su web podéis encontrarlas todas.

Pues resulta que en la provincia de Alicante también tenemos algunos kilómetros de vías verdes. Yo conocía la de Alcoy. He oído hablar mucho de ella aunque todavía no la hemos visitado. Pero resulta que tenía otra mucho más cerquita de casa y yo sin enterarme. Dos amigas me hablaron de ella y me la recomendaron. Se trata de la vía verde del Maigmó.

Es una ruta que tiene en total 22km. Comienza en el apeadero de Agost y acaba en El Maigmó (justamente frente a la gasolinera del Xirau, por dónde se accede a la presa del pantano de Tibi). Aunque podéis hacerla en sentido contrario y caminar tan solo los kilómetros que os parezca. Eso fue justamente lo que nosotros hicimos.

Nosotros comenzamos la ruta aquí., en este merendero.

 

Como las vías verdes están adaptadas cogimos las bicis de los peques y el carrito de César. Nosotros tenemos un carro con ruedas neumáticas (cómo las de las bicis) y aunque es muy grande y aparatoso para transportar viene de lujo a la hora de hacer senderismo por zonas llanas. Aunque haya gravilla o terreno irregular va bastante bien ya que las ruedas no se quedan trabadas. Otra pega que tiene es que a veces las ruedas se pinchan, pero… A nosotros en 10 años que tiene sólo se nos ha pinchado una vez. 😉

Total, que entre pitos y flautas llegamos al merendero que hay al final de la ruta (podéis ver dónde está exactamente en el plano que os dejo al final del post) a la hora de comer. Hay un pequeño aparcamiento dónde cabrán unos seis u ocho coches y pegados junto al camino cabrán otros tres o cuatro. Así que si hace muy buen día y llegáis en hora punta igual os cuesta un poco aparcar.

 

Por cierto: Para acceder al merendero, si vais en dirección Alicante-Castalla, tenéis que saliros en la gasolinera y cruzar al otro lado de la autovía por un pequeño túnel que hay bajo esta. Y luego, en la rotonda coged la salida que dice vía de servicio o algo así (la primera que dice Agost, no. Creo que es la segunda)

Bueno, a lo que vamos. Allí ponéis aparcar. Hay tres o cuatro mesas de madera con bancos para sentarse, contenedores para la basura (por favor, seamos limpios, que no cuesta tanto…) y un panel explicativo sobre la ruta. No tiene perdida, porque además veréis gente andando, en bici, corriendo…

Nos comimos los bocatas, pusimos cascos y protecciones ¡¡¡MUY IMPORTANTE!!! y comenzamos a caminar. El carril es muy ancho y tiene una leve pendiente. Marco (de 9 años) fue todo el rato en la bici sin problemas y eso que no está muy acostumbrado a llevarla. Salimos muy poco con las bicis. Pero a Carla (de 4 años) le costó un poquito más. ¿Por qué?

1. Ella no está acostumbrada a ir en bici y se cansa muy pronto de pedalear

2. Su bici aun es de las de niños pequeños con ruedines de plástico que no ayudan mucho en zonas de tierra o gravilla.

Así que nos tocó ir  ayudando-empujando-tirando casi todo el tiempo, además de cargar con la bici a cuestas cuando dijo que quería seguir caminando. Conclusión: Nuestra hija aun no está preparada para rutas en bicicleta. Al final el papá tuvo una genial idea que nos alivió un poco la espalda. Se quitó el cinturón y lo ató al manillar de su bici. De este modo podíamos tirar de la bicicleta sin tener que ir agachados. Nos sirvió de mucha ayuda en la vuelta ya que era cuesta arriba y eso a Carla aún le costaba más.

Este es el otro merendero. El que hay cerca del primer túnel (o del último, según se mire) 😉

 

¡¡¡MUY IMPORTANTE TAMBIÉN!!! No hay agua en todo el recorrido. Llevad agua en abundancia, gorra, calzado cómodo… Y mejor evitar en verano las horas centrales del día. Aunque en los merenderos hay mucha sombra luego durante el camino no la hay.

A pesar de que la ruta es ancha nunca debemos de despistarnos, sobretodo si vamos con chiquitines. El camino no está vallado y en algunos tramos hay un desnivel importante hasta el bancal contiguo. Si a los nanos se les va la bici… La ruta también pasa por algún pequeño puente de considerable altura y por dos viaductos. Ojo con que vayan corriendo sueltos en estos tramos. Siempre cerca de nosotros. 😉

Otra cosa interesante de esta ruta es que pasa por seis túneles. Esto es algo muy divertido para ellos. Nosotros solo llegamos al primero pero lo recorrimos tres veces!!! No están iluminados así que es mejor que llevar linternas. Justo antes de este primer túnel hay otro merendero dónde reponer fuerzas. El papi se quedó aquí con César y Carla, que ya no quería seguir mientras yo exploraba con Marco el túnel. Cuando volvimos de la exploración me tocó hacerla de nuevo con Carla. “Es que ya he descansado, mami” Al final hicimos unos 7-8km. más o menos entre ida y vuelta. No está mal, ¿no?

Tenéis más fotos aquí.

Localización inicio de nuestra ruta:

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