Siempre que salimos de escapada intento aprovechar, aunque sea un ratito, para hacer algún plan que a mis peques les apetezca. Con los más peques eso no es problema, siempre hay algún parque en el que jugar y ellos con ese rato de juego libre ya son felices. Pero cuando comienzas a tener adolescentes en casa, la cosa cambia un poco. Ya no vale cualquier plan. Los columpios, para un ratito, están bien. Pero ellos también quieren aprovechar las escapadas para descubrir lugares que les llaman la atención. Y, sinceramente, eso mola mucho. 🙂
Nosotros como fuimos en coche aparcamos en un parking justo bajo la Plaza de España y desde allí nos acercamos andando. Así de paso vimos la plaza y pudimos hacernos una foto con la famosa escultura de Don Quijote y Sancho Panza de fondo. Si os queréis mover en metro o bus, hay paradas que dejan en la misma Plaza de España. Y también hay carteles indicando la dirección hacia el Templo de Debod, así que no tiene perdida. De todas formas al final del post, como siempre, os dejo un mapa indicando su localización.
El Templo de Debod se ha ubicado en la zona alta de un bonito parque. Hay muchos árboles y unos columpios que harán las delicias de los peques. Y si no que se lo pregunten a César que aprovechó para jugar allí con papá y N. mientras yo entraba con los dos mayores a ver el Templo. La verdad es que ese domingo por la mañana el parque estaba muy animado. Había muchísima gente por allí.
Una cosa, dentro del Templo, evidentemente, no hay baños. Y tampoco vi ningunos por el parque. EDITO: Una amiga me ha comentado que en el parque sí hay un baño público portátil de pago que está muy bien preparado. Tenedlo en cuenta si vais con los peques.
Tampoco vi ninguna rampa para subir al templo. EDITO: Para acceder a toda la zona del parque sí que hay rampa. De echo hay 2: una muy cerca de las escaleras de acceso, en la esquina (junto al paso de cebra que sale de la C/ Luisa Fernanda), y otra más alejada (en el cruce de C/Pintor Rosales con C/Rey Francisco). Donde no hay rampa es para acceder a la plataforma sobre la que está situada el Templo. Según la web del Ayuntamiento están trabajando para habilitar esa zona. Dentro del templo, por su escructura, es casi imposible moverte con un carrito. Al menos mi Bugaboo seguro que no cabe. Así que si vais a visitarlo con un bebé mejor llevad un portabebés.
El Templo de Debod está situado en una explanada, junto a unos estanques de muy poca profundidad que pretende, en cierto modo, simular el río Nilo y transmitir esa sensación que daba ver la construcción junto al agua.
Consejo: Nosotros no podíamos porque solo disponíamos de la mañana del domingo, pero si vosotros podéis, visitar el Templo de Debod por la tarde, a última hora. He leído por ahí que la imagen del Templo al atardecer es espectacular.
Aunque no es de los lugares más concurridos de Madrid, es normal que puedas encontrarte con una cola de gente esperando para entrar. La entrada al Templo es gratuita. Si tienes suerte y vas a una hora en la que casi no hay gente entrarás enseguida. En caso contrario tendrás que esperar un ratito. La razón es que como el Templo de Debod es bastante pequeñito, se controla la entrada dejando acceder a la gente en pequeños grupos. Si sois más de 10 os aconsejan que llaméis para reservar o es probable que tengáis que entrar separados. Al entrar te advierten que están prohibidas las fotos con flash y también está prohibido tocar las paredes.
El horario de apertura del Templo cambia en verano y en invierno. Del 1 de octubre a 31 de marzo es de martes a viernes de 9:45 a 13:45 y de 16.15 a 18.15 horas. Y de 1 de abril a 30 de septiembre abren de martes a viernes de 10 a 14 horas y de 18 a 20 horas. Los sábados, domingos y festivos está abierto todo el año de 9:30 a 20:00 horas. Ah, y el último pase de visita es 15 minutos antes del cierre.

El Templo de Debod tiene dos plantas. En la planta baja podemos ver las seis salas en las que se dividía. En una de las salas laterales ponen una proyección sobre el Templo. El Templo, por dentro, está prácticamente vacío. Pero lo más interesante para nosotros, que no hemos estado en Egipto, fue ver los jeroglíficos y los relieves que había en la sala que daba acceso a la zona sagrada del templo. He de reconocer que nos entretuvimos muchíiiiiiisimo buscando las diferentes figuras de los dioses y sacerdotes en la pared. Hay un panel con las figuras dibujadas y lo que significan y un botón que al apretarlo ilumina la zona en la que está la figura. Así que imaginaos cuando Carla vio eso…
Después subimos a la planta superior. En una sala pequeñita hay una reproducción de cómo era realmente el Templo de Debod y en otra sala más grande había expuestas diversos restos del templo y una maqueta del Nilo con los diferentes templos que había en sus orillas. La verdad es que nos sorprendió descubrir que había tantos. También había unas pantallas que debían explicar más cosas, pero no funcionaban así que…
Cuando salimos del Templo nos hicimos la sesión de fotos. No podían faltar para nuestro álbum de recuerdos. Antes de marcharnos le pregunté a Marco sí le había gustado. La respuesta fue… “Sí, mamá. Gracias por traerme. Ha estado muy guay”. Recuerdo que le dije… “Pues imagínate el día que podamos ir a Egipto”
Más información: Templo de Debod – Web del Ayuntamiento de Madrid
Localización:
¿Qué os han parecido el Templo de Debod? ¿Habéis estado allí? ¿Qué otros rincones mágicos de Madrid me recomendaríais? Puedes dejarme un comentario más abajo contándomelo. No olvides que vuestros comentarios y vuestros “me gusta” nos ayudan a seguir creciendo.
1 Comentario
Madre Y Blogger
14 febrero, 2016 at 8:22 pm¡Que plan tan divertido para ir con niños! Yo no sé qué pasa, pero a ciertas edades a todos los niños nos ha llamado mucho la atención las civilizaciones antiguas. Por lo menos en mi caso y en el de mis alumnos así ha sido.
Es verdad que la puesta de sol en el Templo de Debod es magnífica, pero la disfrutarías más con tu pareja solitos que con niños 😉 Es súper romántica!
Un besito